Por
Armida Gómez
La falta de atención médica en el área rural es muy frecuente, la existente
es de pésima calidad, la mayoría de las veces el personal médico y enfermeras
no tienen experiencia.
Hace un mes atrás estuve en mi comunidad, Mollipongo, en la provincia
Camacho, es un lugar con bastantes necesidades, entre ellas la salud. Mi mamá estuvo
enferma, es una mujer de la tercera edad que se dedica a la agricultura, por
eso tuve que ir a ayudarla.
Allá la gente tiene mucha confianza en la medicina tradicional, algunas
hiervas medicinales calman el dolor momentáneamente, pero después, si una
quiere tratarse de una enfermedad avanzada, tiene que saber bien lo que tiene y
a partir de ello aplicarse medicina o hierbas, esto para saber qué cantidad de
mate beber o la cantidad de pastillas, de lo contrario, podría haber una
intoxicación, incluso puede suceder con hiervas.
Cuando la gente quiere asistir a un centro médico, muchas veces tiene que
esperar a que los médicos realicen exámenes de laboratorio, dependiendo de la
complejidad, los resultados podrían llegar días después, en el campo a veces
los estudios más simples tardan hasta dos días en ser entregados. Una de las
razones es que esos centros no cuentan con laboratorios y tienen que enviar los
análisis hasta la ciudad, para conocer el diagnóstico y recién poder medicar.
En mi comunidad existe una posta de salud donde no hay nada más que la
infraestructura, en la provincia también hay un hospital distante a 8 kilómetros
de la comunidad Mollipongo y hay que caminar a pie de 4 a 5 horas, porque no
existe transporte público que acerque a
nadie al hospital, además siempre está cerrado, no hay personal permanente que
atienda a la gente del pueblo, pese a que el responsable es lugareño. Solo en
días de campañas para vacunación decretadas por el Ministerio de Salud el
centro se abre, el resto del año no hay nada, es un espacio desperdiciado, y
por ende, recursos que se han echado en saco roto.
Ya estando con mi mamá, visitamos la posta de salud de mi comunidad, pero como
no encontramos respuesta, nos fuimos hasta la provincia que es más poblada y donde
hay un pequeño hospital; lastimosamente tampoco encontramos a nadie que pueda
atendernos, no me quedo otra opción que trasladar a mi madre hasta la ciudad de
La Paz, aunque eso significó tiempo y dinero, recursos que no todos o todas
tienen. Realmente sentí mucha rabia y decepción, porque por culpa de nuestros
gobernantes debemos caminar de un lado al otro, una tiene que estar mendigando atención
médica, algo que es fundamental para todos y todas, una agricultura o
agricultor puede morir sin recibir
atención médica y aunque hay plata del Estado para construir prioritariamente nuevos
palacios, organizar eventos, hacer teleféricos y plantas de energía
nuclear, no tenemos atención medica
accesible y eso no les interesa a las autoridades que ahora están en el poder.
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