miércoles, 20 de mayo de 2015

SIN EL PAN NUESTRO DE CADA DÍA




Por María Pacosillo

Las y los comerciantes aprovechan cualquier oportunidad para comenzar a especular con los precios de los productos. En esta oportunidad el gobierno  eliminó la subvención a la harina y este fue un motivo para que los panificadores protesten, no haya el abastecimiento habitual de pan y la especulación y la incertidumbre de la población  crezcan.

Nosotras, que llevamos el pan del día a nuestras casas sabemos que las familias de escasos recursos y con varios hijos, serán las más afectadas por el alza de precio del pan. Es muy duro saber que hay familias que muchas veces tienen como único alimento un pan y una taza de café, en muchísimos casos el pan es la base de la alimentación diaria, la leche, mantequilla  y frutas se consumen raras veces.

En nuestras comunidades tenemos otras alternativas, el pan no es tan esencial como ocurre en las ciudades. Aunque últimamente hay gente en la urbe que también consume otros alimentos que comúnmente se comía en el campo, como la quinua, el pito, cañawua, y otros. En las comunidades nuestro desayuno es una taza de sultana con quispiñas o pito de cebada, de aba y de arvejas, alimentos que son saludables y nutritivos.
Otra alternativa para suplir el pan son las frutas. 25 plátanos en la ciudad de El Alto cuestan cinco bolivianos, el equivalente a 10 panes, sin tomar en cuenta el valor nutricional muchísimo mayor del plátano frente al pan, pero por costumbre, preferimos comer algo que no es tan beneficioso para nuestra salud, aunque nos llene el estómago.

Frente al problema y como una solución a corto plazo, el gobierno, a través de las Fuerzas Armadas está obligando a los conscriptos a que elaboren pan en grandes cantidades para venderlo a 40 centavos, claro, en el ejército siempre se somete al de menor rango.

No sabemos qué están esperando las autoridades para dialogar con los panificadores y poner una solución concreta a este problema. Y si quieren que este conflicto se prolongue y seguir brindando el “servicio” entre comillas, de hornear el pan en las Fuerzas Armadas para satisfacer a  la población, que comiencen a trabajar también los soldados de más rango. Ya no queremos abusos ni de los panificadores hacia la población, ni de los militares a los conscriptos. Solucionen el problema de una vez por todas!!! 

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