martes, 29 de noviembre de 2011

ROBO DE MEDIDORES DE AGUA

Por Martha Huallpa

En todas las calles de la ciudad tropezamos con una especie de cajitas plateadas donde están los medidores de agua. A veces no les damos importancia, pues no sabemos que ahora se han convertido en un tesoro.

Aunque resulte difícil de creer, delincuentes de Argentina, Colombia, Perú y otros países, incluido el nuestro, se están dedicando al robo de medidores de agua potable, aquellos que están en las puertas de nuestras casas.

En varias zonas de La Paz ha ocurrido este hecho, pero pocos lo han denunciado y cada día se va incrementando la cantidad de robos, no solo en nuestra ciudad sino seguramente también en el resto del país.

Según una investigación que hizo La Razón, hasta junio de este año se ha producido el robo de 175 medidores de agua, cifra que aumentó de 116 casos reportados el 2010.

Muchos extranjeros llegan al macro distrito Max paredes, unos claro, vienen como turistas a conocer nuestro país, pero otros llegan para hacer de las suyas. Hace poco los medios de comunicación dieron a conocer que en la zona del Cementerio y Gran Poder, un grupo de forasteros, que supuestamente se alojaban en sitios de los alrededores, habían sustraído una gran cantidad de medidores.

Por suerte, la policía pudo actuar a tiempo y los atrapó, pero eso pasa muy pocas veces, generalmente quienes han sufrido un robo de este tipo, no recuperan lo que se llevaron los ladrones.

Según datos dados por los uniformados, los delincuentes funden el metal de los medidores después de sustraerlos, para luego vender el material. También se sabe que los trasladan al exterior para venderlos en un precio mucho más alto del que podrían hacerlo en el país.

Recuerdo que a mi hermano le robaron su medidor en junio de este año. Denunciamos el hecho a la policía y nos respondieron que éramos culpables por no cuidar nuestro medidor, obviamente no hicieron nada.

Cuando fuimos a EPSAS para hacer la denuncia, nos dijeron que debíamos pagar 380 bs por la reinstalación. Nos sorprendió bastante porque es un precio muy alto, pero igual tuvimos que pagarlo.

Yo no imagino qué haran las personas que tienen escasos recursos económicos. ¿EPSAS creerá que se quedaran sin agua hasta conseguir el dinero para reponer el medidor?

Es verdad que debemos tener cuidado para que no nos sustraigan este objeto, EPSAS realizó una campaña de información para que todos y todas cementemos los medidores y así evitemos robos, pero no todos tienen la posibilidad de hacerlo y menos de pagar un monto de dinero tan alto por la reinstalación de medidor.

Por eso yo creo que los vecinos y vecinas deberíamos reforzar nuestra seguridad, tener nuestras propias medidas de protección y colaborarnos entre todos. No podemos esperar que la policía resuelva estos casos cuando ya ocurrieron, porque sabemos que eso es muy difícil, pero si podemos ayudarnos entre nosotros y nosotras; ver por nuestra ventana que todo esté en orden y llamar a la policía si ocurre algo extraño, quizás haría que el índice de robos y otros delitos disminuyera.

lunes, 21 de noviembre de 2011

ESCOMBROS EN LAS AVENIDAS O CALLES

Por Martha Huallpa

La apertura de zanjas en las calles y avenidas de la ciudad dificultan el tráfico vehicular y el de los transeúntes, claro que este tipo de obras son necesarias por nuestra propia seguridad, porque vivimos en un lugar donde el agua puede causar estragos, si no existieran las cunetas, muchos lugares de La Paz podrían inundarse en época de lluvia.

Pero la construcción de estas zanjas implica que los sitios donde se están abriendo se cierren o llenen de escombros, esto y la mala educación vial que tienen algunos conductores y peatones, provoca las trancaderas tan características de la urbe.

Lo peor de todo esto, es que a veces el personal de la alcaldía deja el trabajo a medias, abren las calles y los vehículos que circulan por allí tienen muchas dificultades, además la señalización que se pone en el lugar no es suficiente e incluso olvidan ponerla, dejando plásticos como indicación. Esto ha causado accidentes graves varias veces, por eso es tan peligroso dejar las obras inconclusas. Por ejemplo, una vez en la avenida Sánchez Lima, dejaron muchos escombros sobre la acera, una señora se cayó al pasar y se fracturó el pie.

A cualquiera le puede pasar algo parecido, en todo caso, la alcaldía debería asumir la responsabilidad por estos accidentes causados por la falta de señalización o por no terminar su trabajo.

Creo que la alcaldía debe fiscalizar la construcción de obras en los municipios, ya que tienen un presupuesto para mantener la ciudad en buenas condiciones, se debería trabajar la obra hasta acabarla, ¿Cómo es posible que dejen botado el material de construcción, sabiendo el riesgo que corremos los y las ciudadanas? Y a pesar de recibir quejas de los y las vecinas, no resuelven de inmediato el problema.

Actualmente los trabajos se encuentran en las avenidas son de reposición de tuberías de agua potable y gas domiciliarios pero esas escombros no debería dejarlo en las avenidas y calles de la población poniendo en riesgo el transito peatonal.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

MUJERES EN ÁREA RURAL

Por Cristina Ibáñez

los últimos años en área rural mayoría de la gente han migrado a diferentes ciudades del país también salieron a otros países mas que todo los varones han migrado, para buscar una vida mejor para buscar un empleo de cualquier oficio, así para poder sostener a la familia, a la educación, a la alimentación y otros.

Una menoría de las mujeres adultas los hijos menores las abuelas y abuelos si quedan en los pueblos en las comunidades, las provincias a legadas de la ciudad aun mujeres si quedan para cuidar los animales, trabajar en la chacra también cuidar las tierras. Ellas se encuentran totalmente abandonadas de parte de las autoridades, Por otro lado ellas viven en precarias condiciones porque no tienen servicios básicos en sus comunidades están muy dejados de las autoridades ni para que dicer la educación, la salud es muy ineficientes para estas mujeres en el campo.

Pero las autoridades de municipios, cantonales no trabajan a favor de la población y las provincias en las comunidades están muy desatendido por las autoridades, por otro las y los concejalas /es no se ve el trabajo que ellos realizan solo lleva nombre además solo reciben sus sueldos cada mes ni siquiera existe ningún tipo de proyectos para los agricultores, ni para la ganadería.

También las carreteras están muy malas condiciones en muchos lugares no es tan asfaltado pura tierras, piedras sobre todo los caminos en la cuarta sección provincia Camacho

Por esa preocupación yo pido a las autoridades del gobierno central, el gobierno municipal y también a las autoridades cantonales que implemente políticas públicas para los que viven en el campo muchas comunidades no cuentan con servicios básicos, No hay como mejorar la ganadería, la agricultura y otros, ellos trabajan solo para sustento diario no para vender sus mercaderías por que no hay carreteras.

Todos los agricultores vendrán a las ciudades después quienes vana Producer lo que es alimentos tubérculos es muy primordial para las personas que viven en área urbana en las ciudades. Cada vez van subiendo los precios de estos alimentos, por eso las autoridades tienen que trabajar a favor de los agricultores ganaderos en las provincias rurales.

lunes, 14 de noviembre de 2011

LA GENTE MUERE POR LA INSEGURIDAD

Por Antonia Cuno

Durante los últimos años la inseguridad ciudadana aumento en gran medida, cada vez los delitos van empeorando, ahora no solo se escucha de asaltos, sino también de asesinatos y lo que puedan hacer las autoridades frente a esto es muy poco.

Hay mucha gente que ha construido su casa en barrios bastante alejados, lugares en los que los delincuentes hacen de las suyas a sus anchas, ya no se puede transitar tranquilamente, todos y todas estamos en peligro de sufrir un atraco, robo o algo más grave y mientras, las autoridades no hacen casi nada al respecto.

Si es que se corre con mucha suerte y la policía logra detener al delincuente, éste es liberado en pocas horas y nuevamente está libre para hacer sus fechorías. La explicación que da el personal encargado de hacer cumplir las normas, casi siempre es que el caso está en proceso de investigación, aquel que nunca avanza. Las víctimas y sus familiares siguen de cerca la investigación exigiendo justicia, pero muchas veces se cansan de esperar una respuesta y los bandidos nunca pagan sus culpas.

Uno de los hechos delictivos más difundido por los medios de comunicación, fue el asesinato de un policía, un ladrón de vehículos le disparó y el uniformado no traía puesto el chaleco antibalas, según las declaraciones que hicieron en los medios de comunicación los familiares y compañeros del fallecido. Con esto se puede comprobar que ni los policías, que se supone deben protegernos, se salvan de los delincuentes.

Cada quien tiene distintas maneras de reaccionar cuando es víctima de un atraco, algunas personas reaccionan y se luego se echan a correr o tratan de defenderse, pero esto es muy peligroso, porque al tratar de hacerlo ponen en peligro sus vidas, un celular o cualquier otra cosa no tiene comparación con el costo de nuestra integridad.

Pero aparentemente las mujeres somos más vulnerables, porque además de ser asaltadas y afectadas psicológicamente por ello, también el abuso físico acompaña estos hechos, es decir que gran cantidad de veces, las víctimas son golpeadas o violadas por los criminales y luego abandonadas en sitios deshabitados. Esos delitos casi nunca son resueltos por las autoridades.

Las autoridades deberían encargarse de sancionar a los criminales, un castigo ejemplar es necesario para que disminuya la inseguridad ciudadana y así todos y todas podamos salir y llegar tranquilas a nuestros hogares, sin el temor de que algo nos suceda.

jueves, 10 de noviembre de 2011

AYMARA MI LENGUA MATERNA

Por Cristina Ibañez

En toda la región del occidente boliviano, en el altiplano, se habla la lengua aymara. Pero el idioma también se extiende a las poblaciones de Perú, Chile y Argentina, aunque el modo de pronunciación puede variar de acuerdo a la región.

Actualmente en la Constitución Política del Estado, en su artículo 5 parágrafo 1 dice: son idiomas oficiales del estado el castellano y todos los idiomas de las naciones y pueblo indígena originario y campesino, hablar una lengua originaria es obligatorio. El guaraní, el aymara y el quechua son las principales, pero la Constitución reconoce 33 idiomas más que corresponden a igual número de pueblos indígenas.

Pero a pesar de ese reconocimiento, la educación que se imparte en las provincias es, casi en su totalidad, en español, lo que obstaculiza la sobrevivencia de estas lenguas.

Por eso ahora muchos niños y niñas que hablan su lengua materna, solo pueden hacerlo en sus casas, cuando están con sus familias, porque en la escuela no tienen con quién hacerlo, tal vez con los compañeritos que también entienden aymara y lo hablan, pero eso es todo, porque no hace mucho tiempo atrás, los mismos educadores eran los que prohibían que se mencione una palabra en aymara y si alguien lo hacía le gritaban que no sabía hablar en español con un tono discriminatorio.

Por esta razón, muchos y muchas jóvenes crecieron evitando hablar el idioma de sus padres y madres, incluso ahora hay jóvenes que hasta se avergüenzan de que los demás se enteren que entienden el aymara. Yo me di cuenta de ello al hablar con algunas personas que conozco, las que, a pesar de comprender, lo niegan rotundamente, como si fuera algo malo. Esto pasa incluso con algunas compañeras trabajadoras del hogar, que prefieren aprender inglés, francés u otro idioma y no recuperar la lengua en que les hablaba su madre. Conocer otros idiomas está bien, pero es importante rescatar primero nuestras raíces y aprender a valorarlas.

Por eso quiero decirle al pueblo entero que la lengua aymara es hermosa, igual que los otros idiomas de los pueblos indígenas de tierras altas y de tierras bajas. No debemos avergonzarnos de hablar nuestras lenguas maternas, tenemos que respetarlas y llevarlas en alto, pues también nos identifica como parte de este país tan diverso.